El viaje del alma

El alma no tiene raza, no tiene religión, solo conoce el Amor y la Compasión.
Todos somos seres divinos, hace miles de años que lo sabemos, pero nos hemos olvidado y,
para volver a casa tenemos que recordar el camino. BRIAN WEISS




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martes, 21 de julio de 2015

Miedo al éxito


            El miedo al éxito hace que las personas
 se acomoden en el fracaso,
por ser un espacio confortable y conocido.
Hari Krishan

Sé que puede parecer una locura pensar que pueda haber alguna persona en el mundo que le tema al éxito, o que le rechace. Pero así es. Y no son ni una ni dos, son muchas las personas que por una u otra razón tienen miedo a triunfar.
            Por supuesto que es un miedo inconsciente, y que incluso la misma persona lo negaría una y un millón de veces porque, a simple vista, pudiera dar la impresión de que la persona está dando los pasos adecuados para la consecución del éxito que ansía, porque aunque el deseo externo sea ese, el del éxito, sin embargo, en su interior, de manera totalmente inconsciente, está trabajando para lo contrario.
 
            Voy a tratar de dar un ejemplo: Piensa en un profesional de cualquier rama, que además es reconocido en su trabajo, como un buen profesional, serio, responsable, trabajador, cumplidor de su palabra, cumplidor con el trabajo y cumplidor con los amigos. Un buen día este gran profesional decide establecerse por su cuenta. Tanto él como su entorno están seguros de su éxito, prácticamente es un éxito anunciado, ya que es conocido, es admirado y respetado.
Sin embargo, pasan los meses y no termina de despegar el negocio. Si, no se puede decir que sea un fracaso, pero no termina de ser un éxito. A duras penas cubre los gastos que genera el negocio, pero poco más. Sus ingresos no son suficientes para los gastos normales de la familia. Él sigue estando contento y esperanzado, siempre pensando que en el próximo mes será el despegue definitivo, pero tampoco y así un mes y otro mes.
¿Cómo puede ser?, se pregunta en las íntimas conversaciones que mantiene consigo mismo. Su entorno tampoco lo entiende. Algo pasa, ¿Qué será?
Nuestro profesional es, además un amante de su familia, y cada día en la despedida, tiene la misma conversación con su esposa:
-          “¿A qué hora vendrás?”, pregunta casi siempre su esposa, a lo que el esposo responde:
-          “Si no viene nadie en cuanto acabe con el cliente que tengo a las seis”.
-          A ver si hay suerte y no viene nadie para que llegues pronto”, finaliza su esposa.
-          “A ver…..”, finaliza el esposo, “¡Hasta la noche!”
Y, ¡qué curioso!, casi siempre tienen suerte, no viene nadie y puede salir pronto para ir a casa.
Sin embargo, al llegar a casa se lamenta:
-          “Es que no viene nadie, no sé cuándo van a empezar a aparecer los clientes, ahora parece que vienen con cuentagotas”.
Nuestro profesional, a veces, le comenta también a su esposa:
-          “Creo que me estoy convirtiendo en un brujo, porque esta mañana he pensado que si no viniera el cliente que tenía cita a las diez me iría bien para poder ir al banco, y no ha venido, y ya ha pasado otras veces con otra gente”.
Hasta aquí nuestra historia. ¿Qué opinas?
Es seguro que nuestro profesional nunca va a conseguir el éxito esperado porque mientras con el pensamiento consciente está deseando el éxito, aunque también es cierto que cada vez con menos emoción por la cruda realidad, con el pensamiento inconsciente, desea intensamente que ese éxito no se produzca, alejando a los clientes con su ferviente deseo de que no vengan para poder ir a casa, o para hacer otras cosas en el tiempo que tendría que dedicar a la atención de los clientes.
Porque no es que se esté convirtiendo en un brujo, solo es que “energías iguales se atraen”, y el Universo se encarga de enviarle aquello que más fervientemente desea, es decir, no clientes. Los que llegan son los pocos que atrae con el deseo consciente del éxito que genera con mucha menos intensidad, y por lo tanto con mucha menos emoción que el deseo de no tener clientes.
¿Qué hacer ante esto? Para revertir la situación va a tener que ser consciente “todo el tiempo” de que necesita clientes para triunfar, y así no los repelerá con sus deseos conscientes contrarios al éxito, que no son más que un miedo inconsciente al éxito.
El miedo al éxito puede ser por infinidad de causas, y los boicots también se pueden manifestar también de infinitas formas.
Es necesaria mucha atención a los pensamientos, a las palabras, a los deseos y a las acciones que boicotean la llegada del éxito. Ayuda a esto el mantener la mente en silencio, para que pueda permanecer alerta a cualquier pensamiento, por eso, también para un caso como este de boicot a los deseos conscientes de la persona sirve la meditación.
Puede ser también una buena herramienta mantener pensamientos conscientes del tipo: “Yo soy el éxito”, “Amo a mis clientes”, “Abro encantado las puertas a todos los nuevos clientes”. “Me siento bendecido por los X clientes”, “Me siento agradecido por los X clientes”.
Si crees que te encuentras en una situación parecida en la que el éxito no llega a ti, cuando no parece que pudiera haber ninguna causa que lo impida, mantente alerta, observa sus pensamientos, observa tus reacciones, observa tus pensamientos, observa tus emociones.