El viaje del alma

El alma no tiene raza, no tiene religión, solo conoce el Amor y la Compasión.
Todos somos seres divinos, hace miles de años que lo sabemos, pero nos hemos olvidado y,
para volver a casa tenemos que recordar el camino. BRIAN WEISS




lunes, 21 de marzo de 2016

Compromiso

Los sueños parecen al principio imposibles,
luego improbables,
y luego, cuando nos comprometemos,
se vuelven inevitables.

Mahatma Gandhi

       Para la realización de cualquier actividad en la vida es imprescindible asumir la obligación personal de implicarse y comprometerse para llevar esa actividad a  buen término.

          De la misma manera que un enfermo no sana si no asume la decisión personal de sanar, alguien que quiera avanzar por el camino que le va a llevar a Dios ha de tomar las riendas de su vida, y sujetarlas con fuerza, porque el camino por el que se dispone a transitar no es fácil, ya que supone abandonar la comodidad de lo conocido, supone enfrentarse a sus propios miedos, supone abandonar la manada social para adentrarse en solitario a lo desconocido, supone caerse para tener que levantarse una y otra vez, supone escuchar cómo le tildan de sectario, supone ir contra una sociedad que mira mal a los que se saltan las normas, y todo esto hace que el que decide vivir desde el espíritu para acercarse a Dios, sin utilizar la religión, es una especie de loco o de tonto que posiblemente se haya dejado engañar por “sepa Dios quien”.



         Es imprescindible implicarse, porque en este trabajo no hay nadie que te haga seguimiento, ni que te vaya examinando y poniendo nota para ver cómo y cuanto adelantas o para ver si necesitas refuerzo. Tú eres tu propio maestro, tu propio jefe, tu propio examinador y tu propio evaluador, y podrás engañar a cualquiera, pero no te puedes engañar a ti mismo y mucho menos a Dios.

         Necesitas observarte, necesitas paciencia, necesitas conocerte, necesitas enfrentarte a tus miedos, necesitas trabajar en silencio, sin alardear de nada porque el trabajo que vas a realizar es un trabajo entre tú y Dios.

         No te van a valer medias tintas porque te harán caer en el desánimo, ya que a diferencia de cualquier objetivo que se busca en la sociedad este no tiene premio material, ni el reconocimiento público que tanto nos agrada a los humanos.  


No hay comentarios:

Publicar un comentario