El viaje del alma

El alma no tiene raza, no tiene religión, solo conoce el Amor y la Compasión.
Todos somos seres divinos, hace miles de años que lo sabemos, pero nos hemos olvidado y,
para volver a casa tenemos que recordar el camino. BRIAN WEISS




jueves, 3 de julio de 2014

El uso del pensamiento


Del Libro de oro de Saint Germain

                   

                     El uso incontrolado del pensamiento y el sentimiento han traído toda clase de discordias, enfermedades y moles­tias. Sin embargo, pocos son los que creen esto, y continúan creando caos en sus mundos con sus pensamientos y deseos desordenados cuando podrían, tan fácil como respirar, tor­nar a usar su pensamiento constructivo, y con el motivo del Amor, construirse un paraíso perfecto en un período de dos años.
                    Hasta la Ciencia ha comprobado que la forma exterior y el cuerpo interior se renuevan completamente en pocos me­ses; de manera, pues, que por medio de la aplicación de las leyes verdaderas del Ser, ¡Cuán fácil es causar la perfección del cuerpo exterior entero, y que cada órgano recobre su ac­tividad normal y perfecta en poco tiempo! Sería imposible que la inarmonía entrara en el pensamiento o en el cuerpo. Esta es la puerta abierta de Dios ante ti que ninguno puede cerrar sino tú; que nadie puede obstruir ni interferir. Usa valientemente tu dominio y poder Divino y sé libre.
                    No puedes mantener esta libertad perfecta sino por me­dio del conocimiento consciente y aplicado. Te voy a dar un secreto, que si fuera comprendido por el individuo iracundo o discordante lo arrancaría de esa actividad destructiva, aunque no fuera sino por un motivo puramente egoísta. La persona iracunda, condenadora, que envía pensamientos y palabras destructivas hacia otra, recibe de vuelta la cualidad negativa con que cargó sus sentimientos, palabras y pensa­mientos. En cambio, la otra, si está estabilizada en su poder Divino, recibe la energía que le haga falta, calificándola. Así el creador de discordias a través de su ira y condenación, se está destruyendo él mismo y a su mundo y asuntos.
DEBEN, EN TODO MOMENTO, RECORDAR QUE NO IMPORTA LO QUE HAYAN COMETIDO EN ERRORES. DIOS JAMÁS CRITI­CA NI CONDENA, SINO QUE EN CADA TROPIEZO DICE DULCE Y AMO­ROSAMENTE «LEVÁNTATE, HIJO, Y COMIENZA DE NUEVO, CONTINÚA ENSAYANDO HASTA QUE LOGRES LA VERDADERA VICTORIA Y LA LIBER­TAD DE TU DOMINIO DIVINO».
Podéis encontrar El Libro de Oro de Saint Germain en una de las páginas de este blog.
 

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