El viaje del alma

El alma no tiene raza, no tiene religión, solo conoce el Amor y la Compasión.
Todos somos seres divinos, hace miles de años que lo sabemos, pero nos hemos olvidado y,
para volver a casa tenemos que recordar el camino. BRIAN WEISS




viernes, 10 de enero de 2014

Humildad


Hay un refrán que dice: “Dime de que hablas y te diré de qué careces”.
Hoy quiero hablar de humildad,
Porque en una canalización que hice recientemente, el Maestro que hablaba desde el otro lado de la vida, me dijo: “Tienes que trabajar tu humildad”.
Y, supongo que en mi soberbia, me quedé petrificado, porque la humildad, es cierto que no es uno de mis puntos fuertes, pero sí que durante mucho tiempo he estado trabajando uno de los defectos opuestos a esta virtud, el orgullo. Ahora veo que el trabajo no fue del todo efectivo. En la meditación posterior a la canalización, llegó a mí, no importa cómo, que el trabajo sobre el orgullo no había sido completo por una razón, conseguí eliminar una parte importante de orgullo, pero en el lugar donde habitaba esa energía, que debía de haber sido sustituida por la virtud contraria, la humildad, no hay nada.
Hay un vacío, un hueco, que debía ser ocupado por la humildad, pero sólo trabajé la eliminación del orgullo, y no la adquisición de la humildad, por lo tanto, no existe, o no existe en el porcentaje adecuado, y otras virtudes, que si atesoro, como pueden ser la compasión, la caridad, el servicio o la misericordia, no pueden, de ninguna manera llenar ese hueco.
Antes de decidirme a escribir esta entrada, busqué en La Biblia que podía encontrar sobre la humildad, y este fue el resultado:
§  “Riquezas, honra y vida son la remuneración de la humildad y del temor de Jehová” (Proverbios 22.4).
§  “Dios resiste a los soberbios, y da gracia a los humildes” (Santiago 4.6).
§  “Porque cualquiera que se enaltece, será humillado; y el que se humilla, será enaltecido” (Lucas 14.11).
§  “La soberbia del hombre le abate; pero al humilde de espíritu sustenta la honra” (Proverbios 29.23).
§  “Mejor es humillar el espíritu con los humildes que repartir despojos con los soberbios” (Proverbios 16.19).
§  “Jehová asolará la casa de los soberbios” (Proverbios 15.25).
§  “Pero los mansos heredarán la tierra; y se recrearán con abundancia de paz” (Salmo 37.11).
§  “Antes del quebrantamiento es la soberbia, y antes de la caída la altivez de espíritu” (Proverbios 16.18).
§  “Cualquiera que se humille (...) ése es el mayor en el reino de los cielos” (Mateo 18.4).
Busqué también las cualidades del alma, y justamente, la humildad es una de ellas, que además nos prepara para tener fe. Es imprescindible tener humildad para creer lo que no vemos.
Son muchas las personas que alaban la virtud de la humildad, yo entre ellas, pero, de alguna manera, está claro que inconsciente, es posible que no la queramos poseer, ya que ella termina con el ego.
La humildad es una virtud, que consiste en aceptarnos con nuestras habilidades y nuestros defectos, sin vanagloriarnos por ellos.
Ya estoy trabajando en mi humildad, y lo estoy haciendo con la Regla de Oro: “Trata a los demás como tú mismo deseas ser tratado”. Ya la he utilizado para otros trabajos, creo que también servirá para la humildad.
Según vaya avanzando en mi trabajo espero ser un poco más tolerante, más paciente y más condescendiente con todos los que me rodean.
 

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