El viaje del alma

El alma no tiene raza, no tiene religión, solo conoce el Amor y la Compasión.
Todos somos seres divinos, hace miles de años que lo sabemos, pero nos hemos olvidado y,
para volver a casa tenemos que recordar el camino. BRIAN WEISS




sábado, 10 de diciembre de 2011

La "Gracia" de morir

            La “Gracia” de morir, de morir definitivamente para este planeta, no le es dada a todo el mundo, es más, le es dada a poquísimos, es un honor que esos pocos se han ganado con su trabajo y con su Amor. Si, podemos ser pasto para los gusanos, abono para la tierra o un poco de polvo arrojado al mar; pero eso no es morir, eso sólo es tomarse un respiro, un descanso en los ciclos de la vida. Para morir hay que ganárselo, para morir definitivamente hay que saber vivir, ya que mientras no aprendamos a vivir vamos a estar volviendo a esto, que no parece mal denominado como “valle de lagrimas”.
            ¿Qué es saber vivir?: Es tomar parte activamente de la vida, es manejar las emociones, es amarse y respetarse uno mismo, es amar a los demás a través de ese amor que uno siente por sí mismo, es respetar la Naturaleza, es ser justo y compasivo, es no dejarse arrastrar por la corriente del pensamiento social del “qué dirán”, es estar despiertos, ya que la sociedad actual y sus componentes, no es que estén dormidos, no, es que están absolutamente inertes.
            Para vivir realmente, obsérvate. ¿Cuánto  y cómo manejas tus emociones?, ¿Te dejas arrastrar por ellas?, ¿Eres consciente de su presencia? Es muy importante saber manejar las emociones. Ojo, manejar las emociones no significa reprimirlas o negarlas, sino transformar emociones negativas en positivas, para que nos puedan ayudar en nuestro camino. Para ello, es necesario, en primer lugar tomar conciencia de ellas, lo cual implica hacer una introspección. Las emociones se originan en nuestro interior como consecuencia de un estímulo externo, o de un pensamiento. Posiblemente la mejor manera de hacer introspección es meditar, ya que mientras meditamos observamos, no juzgamos ni nos criticamos, simplemente observamos las emociones que surgen.
            Una vez identificada la emoción, es bueno encontrar el origen de la misma. Por ejemplo, podemos sentir miedo, porque nos imaginamos que va a pasar algo malo o porque realmente existe un peligro. En cualquiera de los dos casos, sea irreal o no, debemos ser conscientes de que estamos sintiendo miedo, pero también debemos ser conscientes de que somos nosotros mismos los que elegimos sentirnos de esa manera. Es nuestra elección. Si, ya sé que puedes no estar de acuerdo, porque según los acontecimientos que están sucediendo en tu vida, vas a decir que no te queda más remedio que sufrir o tener miedo. No es cierto, ¿alguna vez has pensado que puede haber otra manera de vivir la situación? Piensa en ello, y descubrirás que si que existen otras formas de vivir cualquier situación, por triste y grave que sea. ¡Inténtalo!, ¿Por qué no cambiar el punto de vista?
Ese cambio de perspectiva, es lo que se denomina inteligencia emocional: Es lo que nos ayuda a usar correctamente las emociones para tomar las riendas de nuestra vida.
Para saber vivir también es necesario apearse del carrusel de vanidades en el que viajan la mayoría de los humanos. Quien va montado en ese carrusel, gasta tontamente, porque lo comprado es lo último en moda, porque lo lleva el vecino, porque alguien dice que hay que gastar ahora en Navidad; quien va montado en ese carrusel miente o dice parcialmente la verdad, por el que dirán, porque no piensen que soy bobo, por ganar tiempo; quien va montado en ese carrusel, no tiene en cuenta que todos somos hermanos; quien va montado en ese carrusel, no es consciente de que todo lo que va viendo una y otra vez mientras el carrusel gira y gira, sólo son sueños, sueños vacios. Y no es muy difícil bajar del carrusel: Sólo piensa, por ejemplo, que hoy es tu último día de vida. ¿Para qué gastar tontamente?, ¿Por qué no ayudar al hermano?, ¿Por qué engañar?
No recuerdo donde leí, que la vida es como un negocio, en el que las acciones del negocio es el tiempo del que disponemos. Al nacer tenemos una cantidad de acciones, una cantidad de tiempo, la cual no tenemos manera de incrementar; y vamos pagando nuestra vida con el dinero de esas acciones, el cual es el paso del tiempo. Siéntate ahora y piensa como estás invirtiendo tus acciones, tu tiempo. ¿Cuánto de él has malgastado inútilmente?, ni tan siquiera parece que has obtenido lo que parecía más importante, “ser feliz”. Por lo tanto, has fracasado negociando tus acciones, y lo que es más grave, te estás engañando a ti mismo/a.
Pero, se están agotando tus acciones, se está terminando tu tiempo,….. Sin trabajar……. Sin amor……. Sin respetarte……. lo cual es una señal inequívoca de que no vas a ser uno/a de los/as afortunados/as en conseguir la “Gracia” de morir para siempre, tendrás que volver, con una nueva cuenta bancaria repleta, para que la inviertas bien, o para que nuevamente la malgastes. ¡Está en tus manos!
¿Tan difícil es dedicarle una hora al día a tu alma? Te quedan veintitrés para dedicarle al cuerpo, parece un poco descompensado. Dedicas tiempo a lo que no eres: un cuerpo, y abandonas aquello que eres: el alma. ¡Empieza ahora!, no esperes al 1 de Enero, porque tampoco lo harás entonces.

No hay comentarios:

Publicar un comentario