El viaje del alma

El alma no tiene raza, no tiene religión, solo conoce el Amor y la Compasión.
Todos somos seres divinos, hace miles de años que lo sabemos, pero nos hemos olvidado y,
para volver a casa tenemos que recordar el camino. BRIAN WEISS




lunes, 17 de octubre de 2011

Es posible......

            Es muy posible que ya conozcas toda la teoría sobre cómo ser feliz. Es posible que aunque sepas que el verdadero Amor no está fuera de ti, sigas buscándolo en el exterior. Es posible que mentalmente aceptes que eres conciencia, y que eres total y absolutamente libre. Es posible que sepas que todo es pensamiento, y que cuando la mente se detiene, adviene, casi de manera inmediata, el verdadero conocimiento. Es posible que asumas que eres una especie de exiliado/a que busca, sin saberlo, desesperadamente el camino de vuelta. Es posible que sepas que sólo en el silencio está el conocimiento de ti mismo/a. Es posible que conozcas tu grandeza, porque eres un ser completo. Es posible que creas, acertadamente, que sólo tu mente es la responsable de tu vida: feliz, desdichada, insulsa, insatisfecha, etc., etc.

            Es posible que lo sepas todo y, sin embargo, ¿Qué haces, aparte de lamentarte?, incluso, es posible que sientas en tu interior una especie de insatisfacción, como una semilla que necesita mimos para dar su brote.
            Ayer hablaba del deseo, y decía, en algún momento:”El deseo es el motor de la vida que conocemos”. Es cierto, necesitamos deseo para el impulso inicial, pero una vez en carrera, el deseo ha de desaparecer para disfrutar de la carrera, sin sufrir por el resultado final. Necesitamos deseo para iniciar el camino de la felicidad, del autoconocimiento, del Amor. Necesitamos deseo para poner a trabajar la voluntad.
            Con todo lo que sabes, y con tu deseo de ser feliz, ya sólo te falta ponerte, seriamente, en camino. El viaje merece la pena, es como buscar un tesoro, un tesoro escondido. Nada menos que “tú”, porque tú eres el tesoro, la primera etapa del viaje es encontrarte a ti mismo/a, redescubrir tu esencia, conectar con tu parte divina. Y según vas avanzando, con humildad, en tu camino, este te va a colmar de bendiciones, de dicha, de serenidad y, sobre todo de Amor.
            Más adelante descubrirás que el viaje que has iniciado no tiene final. Que el final es “ahora”, porque siempre es “ahora”, porque el presente es la única verdad, el presente es lo único que existe.
            A veces, puedes viajar por una vía equivocada. Te darás cuenta porque el camino por el que transitas te sigue llevando por la senda del sufrimiento y la ansiedad, no importa, cuando seas consciente del error, sólo tienes que volver al camino correcto. El mismo error ya es enseñanza de ti mismo/a. Además, no hay prisa, el tiempo no existe, recuerda: tu tiempo es “ahora”. Cuando los vericuetos del camino te lleven  a la paz y la alegría, la senda es la correcta, sólo hay que seguirla, el alma, que surge a la luz cuando se ha dominado a la mente, se encarga de dirigir el viaje, y ya puedes caminar tranquilo/a, sin miedo de perderte.
            No esperes más, saber lo que tienes que hacer y no hacerlo, es añadir ansiedad y sufrimiento a tu vida.

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