El viaje del alma

El alma no tiene raza, no tiene religión, solo conoce el Amor y la Compasión.
Todos somos seres divinos, hace miles de años que lo sabemos, pero nos hemos olvidado y,
para volver a casa tenemos que recordar el camino. BRIAN WEISS




jueves, 25 de agosto de 2011

¡Se valiente!, ¡Atrévete!

            Sé valiente, atrévete. Atrévete a prescindir de tus libros, de las enseñanzas de los instructores y de tus maestros, de películas, de citas, y empieza a mirar y a vivir la vida, tal cual es, sin las contaminaciones de otros. Esos otros que te explican la vida desde su punto de vista, desde su lugar en el camino, desde la estatura de su evolución, desde sus propias lecturas o sus propias enseñanzas. A fin de cuentas, sólo son palabras, que de nada valen, ni tan siquiera pueden expresar fehacientemente un sentimiento.

            Atrévete a vivir tu propia vida, no la vida que ellos han vivido, vive tus propias experiencias, sin querer vivir las suyas, siente tus propios sentimientos, sin sentirte mal porque no sientes lo que ellos han sentido. Todo lo que te digan puede servirte de guía, de información, pero nada más, no debe condicionarte para vivir tu propia vida, ni para experimentar tus propias experiencias, ni para sentir tus propios sentimientos.
            Sólo vas a crecer, sólo vas a evolucionar, sólo vas a acercarte a Dios viviendo tu  vida. Ni la de los maestros, ni la de los escritores de libros, ni la de tus padres, ni la de tus hijos, ni la de nadie. Sólo vas a ser feliz viviendo tu propia vida.
            Nunca nadie ha aprendido viviendo otra vida que no sea la suya, porque cada vida es única. Cada ser ha de vivir una vida que en nada se parece a la que puedan vivir otros, porque es la vida que necesita vivir para aprender aquello que es necesario por el lugar que en su evolución ocupa.
            Además, contesta con honestidad, ¿De qué te han servido tantos libros, tantos cursos, tantas charlas, tantas clases de yoga, tantas meditaciones?, ¿Cuánto has avanzado?, ¿Cuánto eres más de feliz desde la primera lectura hasta hoy, o desde la primera charla, o desde el primer curso?, ¿Cuánta es la desidentificación con tu cuerpo?, ¿Cuánto tiempo permanece detenida tu mente?, ¿Cuánto has ayudado a los demás?, ¿Ya no criticas nada ni a nadie?, ¿Ya no juzgas?, ¿Has olvidado lo que son los celos, o la envidia?, ¿Cuánto han decrecido tus deseos?, ¿Cuánta información has dejado de esconder para no perder tu poder?, ¿Ya hablas siempre con la verdad absoluta, sin esconder nada?, ¿Cuánto ha disminuido tu orgullo?, ¿Ya sientes a todos como iguales?, ¿Has dejado de maltratar, aunque sólo sea de pensamiento?
            ¿Sabes que la iluminación se puede alcanzar en un instante, solo con el reconocimiento de lo que eres y la asunción de ese conocimiento? No necesitas a nadie para alcanzar el conocimiento. Lo vas a alcanzar solo/a, en tu silencio, en tu meditación, porque para alcanzarlo no hay ni tan siquiera  que extender la mano, él llega a ti cuando le permites la entrada, cuando dejas de creerte que eres un cuerpo, cuando asumes que eres energía, que eres un alma, y actúas como tal. Entonces te sientes invadido/a de una energía que sabes qué es eso que leías en los libros. Y en ese momento, ya no importan las vacaciones, ni el coche del vecino, ni el aumento de sueldo, en ese momento ya no importa nada que afecte a tu cuerpo, porque sabes de inmediato que todo lo que necesites te será dado, porque te has abierto a la Totalidad, porque te has abierto al Universo y todo lo que el Universo ya te enviaba, pero que tú en la cerrazón de tu mente no te permitías recibir, ahora va a entrar en tu vida a raudales.
            Y para llegar ahí, te sobran los maestros, para llegar ahí, tu eres tu propio/a maestro/a. Esa experiencia, ha de ser tuya, de poco vale que te contemos nuestra propia experiencia, incluso puede despistarte por querer encontrar algo parecido. El final siempre es el mismo, pero no la manera de llegar a él, no la manera de vivirlo, no la experiencia.
            Atrévete ya y vive tu propia vida.

1 comentario:

  1. Si supieramos escuchar al alma como escuchamos a todos los demás, que sencillo sería la vida, ser uno mismo, vivir de verdad....A ello vamos, gracias por recordarnoslo. Un abrazo de luz

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